¿Qué pasaría si se mezclara sonidos de baile como la electrónica, ritmos ochenteros del synth-pop y actitud y lírica punk?


Así nació el electroclash, a finales de los años 90 en Detroit (aunque tuvo su apogeo el 2000-2002), un estilo musical bailable que utiliza sintetizadores y sonidos electrónicos casi analógicos con cantantes carismáticos al frente. Mucha pose, mucho glamour y mucha provocación. Aunque muchos no lo consideren un estilo innovador sino un revival y que se le de más importancia a la actitud que a la misma música.

Estética influenciada por los baretos gays donde empezó a sonar dicha música, así como diseñadores de los años setenta como Warhol o Vivienne Westwood o la película Liquid Sky, una moda retrofuturista y bizarra, pero a la vez, glamourosa.

En cuanto las letras, son rompedoras: hablan de sexo explícito pero en una visión feminista de ello, así como del poder de la riqueza, lujo, consumo, glamour, drogas...toda una vida que una celebrity descarriada tiene.

Algunos grupos: Putilatex, Ladytron, Miss Kittin, Vive la Fête, Jeffree Star o incluso Crystal Castles [influenciados por la ola electroclash más oscura].





 
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